Si hay algo que molesta a todos los clientes por igual, sea en tiendas físicas o virtuales, es tener que soportar a un vendedor demasiado insistente con SUS ofertas, SUS productos y SUS beneficios, y poco enfocado en nuestras necesidades. ¿A quién no le gusta sentirse escuchada?

Como en todo vínculo, cuando nos relacionamos con una marca nos gusta recibir, y esta es la clave de lo que quiero hablarte hoy.

Dar para recibir

La mayor parte del tiempo, nuestros potenciales clientes navegan las web y redes sociales en busca de entretenimiento e información nueva, y su mente presta más atención a los sitios donde puede encontrar contenido que resuene con su forma de pensar, sus intereses y sus gustos.

Se trata de mostrarnos como una marca que lo entiende y le da lo que necesita, y de esta manera instalarnos en su consciencia como un lugar donde siempre encontrará material valioso sobre los temas que busca.

Cuando esto pase, estará mucho más receptivo a propuestas de venta. Pero antes, hay un largo recorrido por realizar.

¿Cómo puedes aplicar esta técnica en tu marca?

Lo primero que debes hacer antes de empezar es preguntarte: ¿A quién le estoy hablando? ¿Quién me gustaría que me compre? Una vez que lo sepas con claridad, es momento de planificar contenidos que los atraigan hacia ti.

Aquí te comparto algunas ideas que te ayudarán a pensar tu estrategia para alcanzar a tu cliente ideal. En cada una de ellas procura mostrar la personalidad de tu marca más allá del producto, porque esta conectará con el corazón de tu audiencia. Dejar la timidez a un lado, y salir en cámara es un extra que suma mucho.

Empieza considerando lo que haces como una ayuda, más que una transacción. Tu producto o servicio satisface una necesidad real:

• ¿Sabes de qué se trata?
• ¿En qué consiste su búsqueda particular? 
• ¿De qué modo se siente ahora, y cómo le gustaría sentirse en el futuro?, y sobre todo: ¿de qué manera podrías ayudar a que consiga aquello que le falta?

 Asegúrate tener claro esto, para que lleguen a ti las personas correctas. Información poco clara puede hacer que te lean quienes no te necesitan, o no les interesa tu propuesta.

¿Te gustan los regalos? ¡Seguro que sí! Y a tu público también. Por eso, obsequiarles algún detalle que les simplifique parte de la vida es muy buena idea. Lo más eficaz es ofrecer un descargable de, por ejemplo, planificadores o pequeños ebooks.

A veces el contenido que alguien publica consigue sacudir, conmover o hasta mejorar el día a quien lo recibe. Proponte que el que logre esto seas tú. Que tus contenidos sean un entretenimiento, un espacio divertido donde se la pueda pasar bien.

Otra forma de captar la atención: la enseñanza

Es una herramienta poderosísima para transmitir conocimiento y confiabilidad. Piensa en algo relacionado con lo que ofreces que se te dé bien. ¡No necesitas ser una experta! Alcanza con que aportes desde tu experiencia. El formato lo eliges tú: videos tutoriales, consejos, casos de éxito son opciones que se usan mucho.

También puedes echar mano de la inspiración, es decir, mostrarle a tu público formas de hacer algo diferente, cómo refaccionar un espacio, armar outfits de acuerdo a la ocasión, o preparar alimentos variados para los niños. La idea es que la información que brindes los anime a cambiar algo y los haga sentir bien. 

Recuerda que el marketing de contenidos es de vital importancia para conectar con tu público. 

¿Te gustaría aprender más sobre cómo comunicar en tus redes? En la sección asesorías tienes disponibles “Construye tu imperio digital desde Instagram” e “Impulsa tu negocio con reels” en las que podrás obtener toda la información que necesitas para dar el empuje que lleve tu marca al próximo nivel.